La televisión apaga tu sistema nervioso porque el paraíso del gozo requiere seres sin subjetividad.

Cada vez más la vida pública nos hipnotiza y la disociación psicótica se hace más generalizada; esta condición es el estado de no reconocer que se vive dentro de un modelo de hipnosis social.​

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​El propósito de la hipnosis social es implantarte la sugestión de aceptar como normal la impotencia, el conformismo y el abandono de tí mismo; con el objetivo de confundirte para que no distingas entre lo real y lo ficticio, entre lo accesorio y lo fundamental, entre tu deseo y el deseo implantado artificialmente, y finalmente te sea inexplicable la forma en que eres manipulado.

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Entre más inviertas en la alucinación de los medios y de la cultura de masas, más sujeto serás de sus reglas y de su poder de sugestión hipnótica. Pero a pesar de lo seductivo y persuasivo que son sus mensajes e imégenes, no eres lo que te proponen los medios, las noticias y la publicidad.

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Atrévete a despertar rasgando la burbuja de la hipnosis social, para que tú mismo alteres autónomamente tu experiencia interna y tengas una forma de vida más auténticamente liberadora. ​

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Deshipnotizar nuestras miradas de las imagenes, mensajes y falsas creencias que nos seducen y sugestionan, significa una revolución de la mente, porque lo nuevo nace de una conciencia despierta, creativa y capaz de reconocerse y recrearse así misma.